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Estos son los motivos por los que las gambas congeladas se venden con tanto hielo

Normalmente las gambas congeladas tienen una capa externa de hielo bastante considerable. Esto puede hacernos pensar que se trata de una estrategia para vendernos agua a precio de gamba, pero en realidad no es así. 

Los alimentos ultracongelados suponen desde hace años un recurso muy cómodo porque podemos almacenarlos durante meses en el congelador para echar mano de ellos en cualquier momento, así que nos pueden solucionar de imprevistos.

Entre los más recurrentes se encuentran algunos vegetales, como los guisantes, pero también otros grupos de alimentos, como el marisco: almejas, mejillones, gambas, etc. 

Entre ellos quizá las más socorridas son las gambas, porque su uso es más versátil. Podemos emplearlas para cocinar platos de arroz, patatas, una tortilla para solucionar una cena, etc.

El problema es que muchas personas desconfían de las gambas ultracongeladas porque normalmente se venden cubiertas con una gruesa capa de hielo, lo que puede hacer pensar que es una estrategia del productor para vender agua a precio de marisco y ganar así más dinero. 

Estrategias engañosas

motivos por los que las gambas congeladas se venden con tanto hielo

Cortesía de Getty Images.

Es normal que desconfiemos de algunas de las cosas que vemos cuando vamos a hacer la compra porque seguro que alguna vez nos hemos topado con alguna práctica poco ética o hemos tenido conocimiento de ella a través de los medios de comunicación o de alguna persona cercana. 

Los ejemplos son innumerables: hay productos donde se destaca la presencia de un ingrediente como si fuera mayoritario, cuando en realidad se encuentra en una cantidad insignificante, otros donde se destacan supuestos beneficios para la salud, cuando en realidad no son tales, etc.

También hay estrategias pensadas para despistarnos con las cantidades que compramos. Por ejemplo, en los últimos meses se habla mucho de la reduflación, que consiste en reducir la cantidad de alimento contenida en el envase sin que sea fácilmente perceptible por los consumidores. 

Por ejemplo, si antes un envase de cacao en polvo contenía ochocientos gramos, después de la reduflación contiene setecientos sesenta gramos. Pero el tamaño del envase se mantiene igual, con lo cual el cambio pasa desapercibido y solo podremos apreciarlo si nos fijamos en el contenido neto que se indica en la etiqueta.

Esto es precisamente lo que debemos hacer para evitar todo tipo de prácticas engañosas o poco éticas: leer la etiqueta. En el caso que nos ocupa, la parte más importante es dónde se indica el contenido. ¿Qué ocurre con las gambas? Veamos.

¿Por qué las gambas tienen tanto hielo?

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Cortesía de Getty Images.Getty Images

Durante el tiempo en que las gambas permanecen almacenadas a temperatura de congelación pueden producirse pérdidas de agua por sublimación, que es como se denomina al cambio de estado que tiene lugar cuando el agua pasa de estar congelada a encontrarse en forma de vapor.

Como consecuencia de ello, la superficie del alimento se deshidrata y se producen quemaduras por frío. Es lo que pasa por ejemplo cuando congelamos pan o carne y la superficie adopta una textura seca y agrietada.

Cuando esto ocurre en las gambas se produce un deterioro de las características organolépticas, sobre todo de la textura, que resulta desagradable, y del aroma y el sabor, que son menos intensos y pueden resultar anormales.

Además puede haber una pérdida de propiedades nutricionales y pérdidas económicas porque donde en un principio había cien gramos de gambas, al final del proceso puede haber mucha menos cantidad debido a esa deshidratación.

Para solucionar todo esto de un plumazo, lo que se hace es aplicar un proceso muy sencillo que se llama glaseo y que consiste en pulverizar agua sobre la superficie de las gambas antes del proceso de congelación. 

De este modo, esa agua se congela sobre la superficie y sirve como capa protectora para evitar la deshidratación del alimento y todos los inconvenientes que eso supone.

¿Esta práctica no resulta engañosa?

motivos por los que las gambas congeladas se venden con tanto hielo

Cortesía de Getty Images.

Podríamos pensar que esto de cubrir las gambas con hielo es un engaño para los consumidores porque, a pesar de sus ventajas, al final pagamos hielo a precio de gamba. En realidad no es así, o no debería serlo. 

Pero para ello debemos fijarnos en lo que compramos. Si nos guiamos por el volumen podemos caer en el error de pensar que compramos más cantidad de la que realmente estamos comprando. Por eso siempre es importante leer las etiquetas y fijarse en el peso. 

En este caso se indican dos pesos: el correspondiente al total, es decir, a las gambas junto con el hielo, y el peso escurrido, que corresponde a las gambas sin el hielo. De este modo podremos saber realmente lo que estamos comprando.

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