En las marismas andaluzas, donde la tierra se une con el cielo bajo un manto de luz y sal, la Virgen del Rocío se convierte en todo un símbolo de devoción que ha perdurado a lo largo de los siglos. Su historia, envuelta entre leyendas y milagros, y la profunda huella que ha dejado en las tradiciones y cultura andaluzas, han hecho que sea un faro de esperanza para todos sus devotos.